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El día para ella había empezado hace ya por lo menos tres horas. Su rutina consistía en despertarse muy temprano para informarse rápido de las noticias mediante sus gafas. Después, se bañaba, desayunaba y salía a trotar con su avatar por el mundo hiperconectado. Al terminar, se desconectaba, se bañaba, tomaba un café y se conectaba a su avatar para ingresar a las instalaciones de su empresa, todo desde la comodidad de su casa.

Pero hoy era un día distinto. Tenía una cita que la ponía nerviosa.

Hoy debía estar en una entrevista que le realizaría una de las presentadoras más reconocidas del mundo del entretenimiento de avatares. Así que, después de tomar su café, se puso sus gafas y se conectó con su avatar. Dio clic en asistir en la cita pactada en su calendario y en menos de un pestañeo ya estaba sentada en la sala de grabación del programa.

–9:45 de la mañana del veintiséis de abril del 2040 en el mundo virtual, y las 10:45 de la mañana en Bogotá. Para aquellos que planean salir a la calle sin sus avatares, les recomendamos tomar las medidas necesarias, pues la polución de hoy estará por encima del 90 %.

Bienvenidos al programa de hoy, para aquellos que acaban de entrar a nuestra sala de avatares, les recordamos que el tema será: ¿qué perfiles buscan hoy en día las empresas de moda?

Yo soy Andrea Hernández, pero ustedes me conocen por mi avatar: Aivilo, y esto es La sala de los avatares. Hoy nos acompaña Martina Gómez, empresaria, directora y dueña de una de las empresas de moda más importantes del mundo.

–Martina, buenos días. Qué placer tenerte acá. Antes de entrar en materia, me gustaría preguntarte, porque sé que muchos de los avatares que están con nosotros hoy se lo preguntan, ¿por qué tienes el mismo nombre tanto aquí como en el mundo de afuera?

–Ja,ja,ja, esa pregunta me la hacen a diario. La verdad es que estoy conforme con el nombre que me dieron mis padres y siento que para construir marca ha sido más fácil teniendo el mismo nombre en las dos dimensiones.

–O sea, ¿es una decisión más que todo de marketing?

–Total.

–Bueno, Martina, entremos en materia: ¿ha cambiado el mundo de la moda al que tus padres conocían y te dejaron?

–Bueno, mi padre solía decirme todo el tiempo ‘Zapatero a tus zapatos’ y esa era su idea. El diseñador es diseñador, tiene que saber coser, el comercial es comercial: tiene que saber vender y así con cada una de las personas. Hoy en día, puff, hoy en día eso ya no tiene nada de cierto. Mírame a mí, yo soy: 30 % diseñadora, 20 % historiadora de moda, 5 % antropóloga y 45 % psicóloga y según las estadísticas de HBM o Habilidades Blandas Mundiales, tengo cinco puntos de seis en inteligencia emocional. Este año empezaré mis estudios en derecho para seguir creciendo laboralmente. Hoy en día, no solo en la industria de la moda, se necesita una pluralidad de conocimientos, porque para darte un ejemplo básico, para coser tengo las máquinas. La tecnología ha avanzado tanto que muchas de las labores que antes necesitábamos hacer nosotros los humanos, hoy en día ya no es necesario.

–Nuestros padres, bueno no sé si los tuyos Martina, pero mi madre, sobre todo, solía decir que una persona que sabía de muchas cosas, poco sabía de cada una. ¿Crees que algo así está sucediendo hoy en día?

–¡Al contrario!, una persona hoy en día que no tiene conocimientos en varias áreas no es una persona atractiva para el mundo laboral. Les voy a contar una anécdota que me pasó apenas me hice cargo del negocio familiar. Con la salida de mi padre, mi primera misión era crear y lanzar la nueva colección. Yo tenía unas opciones de candidatos para diseñarla, pero ninguna me terminaba de convencer y mi padre me recomendó irme por un perfil que él conocía muy bien. Les hablo de un gurú del diseño, sobre todo en la época de nuestros padres. Me insistieron tanto y me hablaron tan bien de él que terminé accediendo. Tenía más de veinte años de experiencia, mejor dicho, esta persona era, a los ojos de mis padres, el candidato ideal.

Sin embargo, su acercamiento no me terminaba de convencer pues era una persona que tenía conocimientos específicos y maestría en un solo tema. Finalmente nos fuimos con él y su visión y forma de trabajar nunca encajaron con el nuevo modelo de la empresa y del mundo. Yo necesitaba que este ser humano tuviera herramientas de liderazgo, que conociera muy bien lo que piensan, sienten y quieren las personas, que conociera en últimas lo que estaba pasando en el mundo, no solo en la industria textil y de la moda. Dadas sus capacidades y conocimientos, el mundo se cerraba en su forma de pensar y en vez de abrir las fronteras de las ideas, las cerraba.

– Bueno, pero Martina, ¡cuéntanos cuál es el nombre de su avatar para buscarlo!

–¡Con decirte que ni avatar tenía! Las reuniones teníamos que hacerlas presenciales, era increíble. El equipo le pedía una y otra vez que todo se hiciera de modo virtual, pero él se negaba.

–¿Qué terminó pasando?

–Más pronto que tarde, tanto esa persona como su equipo y yo, nos dimos cuenta de que no iba a funcionar y partimos caminos. Hoy en día, a diferencia de antes, la forma en que lideras, los acercamientos que buscas a los problemas, la creatividad y las herramientas que posees para innovar son mucho más importantes que la especialización del trabajo.

–Bueno, ya que hablas de innovación, ¿cuál es la relación entre esta y los conocimientos en distintas áreas?

–Los humanos somos los que innovamos, por ende, que tú sepas mucho de coser y nada más, no te permitirá encontrar nuevos caminos. Mis máquinas trabajan casi veinticuatro horas diarias, y esto fue gracias a que un diseñador, con nociones de sistemas, logró juntar los dos mundos y hacer esto posible. Esto permitió que las personas con las que trabajo pudieran dedicarse a otras cosas, tareas que la tecnología no puede suplir.

La innovación parte de la necesidad de traer mundos distantes y juntarlos. Hoy en día las empresas necesitan eso, necesitan personas cuyas habilidades blandas les permitan liderar y resolver problemas de formas creativas.

–Entonces, Martina, para cerrar: ¿cuál es el perfil de hoy en día?

–No existe. Lo que se busca hoy en día son personas con todo tipo de conocimientos, personas creativas y con habilidades blandas, pues estas, por ahora, no han podido ser reemplazadas por la tecnología. Por esa razón es que desde hace un tiempo las universidades vienen cambiando su pénsum. Antes la gente estudiaba una carrera y ya, hoy en día eso es imposible. En donde yo dicto clase, tengo avatares que llegan a mi salón y me cuentan que acaban de salir de una clase sobre arqueología paleolítica y yo les voy a dictar una clase sobre emprendimiento textil.

–Pues no vayas tan lejos Martina, mi papá era abogado litigante y pare de contar y su papá era abogado comercial y en mi casa solo se hablaba sobre leyes y música clásica.

–Pues Aivilo, es que a nuestros padres, por ejemplo, en el colegio nunca les dieron clases de empatía. Cuando me siento a ver mis memorias de la infancia, me gusta sintonizar esos días en los que me sentaba a aprender a empatizar. Pero para ellos, pensar en que me ponían a hacer esto, es una verdadera locura.

–Martina, lastimosamente el tiempo se nos acaba. Muchas gracias por acompañarnos hoy en La sala de los avatares. Por hoy esto fue todo, pero ya saben: la pluralidad y las habilidades blandas marcan la parada en el mundo laboral. Yo soy Aivilo. No se desconecten que de seguro nos veremos más adelante en algún rincón de nuestra realidad.

La transmisión terminó y antes de que Martina se desconectara, Aivilo le dijo:

–¿Nos vemos en la noche en la fiesta? Tengo muchas ganas de bailar contigo.

–No lo sé todavía. Por ahora tengo que correr a la oficina.

Martina se desconectó y cuando estuvo sola en su casa, las palabras de Aivilo provocaron en ella tanta alegría que hizo un pequeño baile de celebración.

En este tercer relato viajamos al 2040, época en la que:

  1. En este tercer relato viajamos al 2040, época en la que:
  2. La tecnología es capaz de almacenar e interpretar información.
  3. Los perfiles específicos pierden campo laboral.
  4. La información será portátil: podremos aprender y olvidar cosas en instantes.
  5. Las habilidades blandas serán esenciales en el trabajo.