Creemos en los jóvenes.
Creemos en las metodologías de diseño.
Creemos en la multidisciplinariedad.
Creemos en la empatía como herramienta para hacer el mundo más amable.
Creemos en la creatividad como herramienta para llegar a lugares no explorados.
Creemos en el trabajo en conjunto. No existen estrellas, existen súper equipos.
Es por eso que:
Nos reinventamos con nuestros clientes para descubrir valor, transformar el negocio y construir futuro.
Lo hacemos a través de las siguientes metodologías.
Hemos trabajado con más de 100 empresas en distintas partes del mundo. Desde Colombia, hasta Filipinas, pasando por México, Guatemala, Argentina, Chile, Ecuador y Panamá. Estas son algunas de las empresas con las que hemos diseñado historias con tacto.
Nos gustan las historias, por eso te dejamos este microrelato.
El Typo
Trabajó todo el día. En la tarde descansó y en la noche revisó la pieza. Corrigió los errores una y otra vez. Tanto miró su trabajo, que este empezó a carecer de sentido como cuando uno repite muchas veces la misma palabra. Se fue a dormir. Cuando despertó y revisó de nuevo la pieza, el error seguía ahí.
#historiascontacto
No te pierdas la última información sobre nuestras metodologías y proyectos.
Creemos en los
jóvenes.
Creemos en las metodologías de diseño.
Creemos en la multidisciplinariedad.
Creemos en la empatía como herramienta para hacer el mundo más amable.
Creemos en la creatividad como herramienta para llegar a lugares no explorados.
Creemos en el trabajo en conjunto. No existen estrellas, existen súper equipos.
Es por eso que:
Nos reinventamos con nuestros clientes para descubrir valor, transformar el negocio y construir futuro.
Lo hacemos a través de las siguientes metodologías.
Hemos trabajado con más de 100 empresas en distintas partes del mundo. Desde Colombia, hasta Filipinas, pasando por México, Guatemala, Argentina, Chile, Ecuador y Panamá. Estas son algunas de las empresas con las que hemos diseñado historias con tacto.
Nos gustan las historias, por eso te dejamos este microrelato.
El Typo
Trabajó todo el día. En la tarde descansó y en la noche revisó la pieza. Corrigió los errores una y otra vez. Tanto miró su trabajo, que este empezó a carecer de sentido como cuando uno repite muchas veces la misma palabra. Se fue a dormir. Cuando despertó y revisó de nuevo la pieza, el error seguía ahí.
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