Nuestro reto, junto con Takay, filial del grupo Pacasmayo, era construir una experiencia legal que se ajustara a la necesidad de las familias peruanas que autoconstruyen sus viviendas. Teníamos dos grandes actores: los maestros de obra y las familias.
Realizamos la investigación de campo en Lima y Trujillo, ciudades de Perú, y encontramos más de treinta insights legales y oportunidades de diseño. Nuestra gran pregunta a resolver era: ¿Cómo logramos diseñar un contrato que ninguna de las partes quiere firmar?
Junto con Takay, creamos la “Bitácora para una obra soñada” cuyo fin es contar y documentar la historia que ambas partes querían construir: las familias y la mano de obra experta. Así mismo, con ella, logramos unir a las partes para que trabajaran de una manera clara y constructiva.